Consiste en la utilización de una aguja a través de la piel, sin inyectar ni extraer fluido alguno, usando tan sólo el estímulo mecánico de la aguja para tratar diferentes patologías, como el síndrome de dolor miofascial y sus puntos gatillo.
Es una técnica excelente para el alivio del dolor, consiguiendo unos resultados óptimos y duraderos.
Preguntas frecuentes
Dolor musculoesquelético: La punción seca se utiliza para tratar afecciones como contracturas musculares, tensiones musculares, esguinces y distensiones, así como para aliviar el dolor en músculos y articulaciones.
Síndrome de dolor miofascial: Se emplea para desactivar los puntos gatillo miofasciales, que son núcleos de tensión en los músculos que pueden causar dolor referido en otras áreas del cuerpo.
Dolor de espalda: La punción seca puede ser eficaz para el tratamiento de problemas de espalda, como la lumbalgia y la dorsalgia.
Dolor de cuello: Se utiliza para abordar la tensión y el dolor en los músculos del cuello y puede ser beneficioso para tratar afecciones como el síndrome de dolor miofascial cervical.
Lesiones deportivas: Los atletas a menudo recurren a la punción seca para acelerar la recuperación de lesiones musculares, como las distensiones en los músculos de las piernas o los brazos.
Síndrome del túnel carpiano: La punción seca puede ser parte del tratamiento de problemas neuromusculares, como el síndrome del túnel carpiano, ayudando a aliviar la presión y mejorar la función de los músculos y tejidos circundantes.
Dolor crónico: En algunos casos de dolor crónico, como la fibromialgia o el dolor miofascial generalizado, la punción seca puede ser una opción terapéutica.
Infecciones activas: La punción seca no debe realizarse en áreas con infecciones activas o en pacientes con infecciones sistémicas. La introducción de agujas en tejidos infectados puede propagar la infección o empeorarla.
Hemorragias o trastornos de la coagulación: La punción seca debe evitarse en pacientes con trastornos de la coagulación o en aquellos que toman medicamentos anticoagulantes, ya que existe un riesgo de hemorragia.
Embarazo: Se debe tener precaución en el tratamiento de mujeres embarazadas, especialmente en áreas cercanas al abdomen y la pelvis. La seguridad de la punción seca durante el embarazo no está completamente establecida, por lo que se deben considerar alternativas más seguras.
Áreas sensibles o vulnerables: La punción seca debe evitarse en áreas anatómicas delicadas o vulnerables, como el área de los ojos, la garganta, los órganos genitales y las áreas donde los nervios o los vasos sanguíneos están cerca de la superficie de la piel.
Reacciones alérgicas a las agujas: Si un paciente tiene una alergia conocida a las agujas o materiales utilizados en el procedimiento, como el níquel (que puede estar presente en algunas agujas), la punción seca debe evitarse o adaptarse con precaución.
Problemas de la piel: La punción seca no debe realizarse en áreas con heridas abiertas, quemaduras, eczema u otras afecciones cutáneas agudas. También es importante evitarla en áreas donde se haya realizado recientemente cirugía plástica o estética.
Intolerancia o miedo a las agujas: Si un paciente tiene un miedo extremo a las agujas o una reacción extrema a la inserción de agujas, la punción seca puede no ser adecuada para ellos.
Enfermedades neuromusculares graves: En algunas enfermedades neuromusculares graves, como la distrofia muscular, la punción seca puede no ser la mejor opción y se deben considerar enfoques terapéuticos alternativos.